Por: José Gregorio Torres

El próximo 2 de noviembre se conmemora el día de todos los fieles difuntos y los esfuerzos que la sociedad civil organizada, hoy representada de manera fidedigna por el voluntariado Somos la cuadrilla 5.5, como los de la administración municipal, no serán suficientes para que se haga justicia con nuestros difuntos, son más de sesenta años lo que nos permite reflexionar, cómo hemos dejado de honrar a nuestros difuntos, muchos y me incluyo entre ellos, pudiéramos justificarnos de muchas maneras, me fui de viaje, ya no hay dolientes, no fue buen padre, no tenía dinero, era muy tacaño, y quién sabe cuántas injusticias más para justificarse en el más profundo y doloroso olvido. Y es que una tumba es lo que queda para recordar a aquellos seres que hicieron posible nuestra existencia en este valle de lágrimas, lo único que queda como ofrenda para el reconocimiento de quienes pasaron por esta vida haciendo bien o mal, cosa que no es nuestra potestad juzgar.

Es en estos días cuando buscamos una frase para por lo menos sentirnos llamados a hacer justicia colectiva con la memoria de nuestros difuntos. Podemos decir que el camposanto, es el único lugar donde nuestros huesos pasarán más tiempo de reposo, en espera de su retorno a la tierra. Pero da dolor reconocer que ni después de muertos, algunos incultos, dejan descansar en paz a nuestros seres amados donde los aprendices de brujos con sus despreciables prácticas, les ha dado por utilizar sus osamentas en actos rituales carentes de la más mínima condición de respeto a sus despojos, poniendo en riesgo sus Almas, cosa que sin duda ante los ojos de Dios, tendrá su recompensa, no muy buena por cierto.

Sin embargo, no todo está perdido respecto al tema, y de manera positiva, surge la idea de que sería una solución, un cementerio mixto privado y público donde se delegue con recursos, la administración de este cementerio municipal, permitiendo que una Cooperativa creada por la misma comunidad, que se haga cargo del reordenamiento del cementerio y que está pueda asumir no sólo la administración en conjunto del personal necesario para la modernización de este, importante recinto, poniendo orden a un cementerio donde existen cantidad de tumbas sin dolientes, y que se exhumen los restos para colocarlos en una sola fosa o panteón identificado, permitiendo de manera organizada aprovechar los espacios del cementerio sin necesidad de ampliarlo, usando para esto el poder del Concejo Municipal, leyes y recursos que faciliten legalmente todos los trámites necesarios, así como garantizar el mantenimiento y modernización del cementerio, dotándolo de un depósito de agua que no tienen, un punto de energía eléctrica que no tiene y por último considerar la conservación de la gran cantidad de trabajos artísticos de gran valor histórico que existen allí, como referencia cultural de gran importancia. Ojalá nuestros legisladores locales logren entender esta prioridad.

Cementerio de Carache. Foto: Foto: Cortesía.

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