Por José Gregorio Torres
Después de un cuarto de siglo, bajo el régimen de la revolución «bonita», no nos extraña reconocer que hay muchas cosas que se pueden reflexionar. Una de ellas es la aseveración del máximo líder de la Revolución Bolivariana, cuando aseveró que el venezolano era de memoria corta, por tanto, olvidaba rápido, pero también expreso en varias ocasiones que su gobierno era feminista, entre muchas otras aseveraciones que hoy gracias a la globalización, se puede decir que esto obedece a los cambios violentos de circunstancias, y que a pesar de todo los esfuerzos de la revolución por aplicar políticas psicológicas en busca de la pobreza mental del venezolano, esto no les ha surtido efecto para someter a un pueblo que ha sido ejemplo de libertades y mal se vería que hoy cuando ellas son imprescindibles para el desarrollo integral de la nación, el mismo pueblo decidiera por la continuidad de este sistema anárquico y no por la opción de restaurar el sistema democrático necesario y representada en la Mesa de la Unidad Democrática.
Después de que el venezolano logrará tantos avances innegables durante cuarenta años, en libertad democrática, AD – COPEI, hoy los pueblos de Venezuela, en un país amante de las libertades democráticas, acostumbrado al progreso y la vida con abundancia, además por ser un país de culturas diversas cargadas de humanismo y de pensamiento universal, ven en la candidatura de Edmundo Gonzales, la opción válida para lograr hacerse del poder que debe permitir una transición de un país secuestrado, a una nación libre y próspera, donde no hayan chavistas, ni opositores, ni alacranes, ni revolucionarios, sino todos Venezolanos como lo éramos antes. Donde el esfuerzo propio permitía la superación de cada quien de acuerdo a su disposición y proyecto de vida, con poderes separados tanto que pudieran deponer legal y constitucionalmente hasta a un presidente, como fue el caso del Presidente Pérez, o permitir llegar al poder a un candidato de la izquierda radical. Disfrazado de demócrata.
Hoy podemos decir que la candidatura de Edmundo Gonzales, cuenta con una activista muy particular la líder María Corina Machado, la que en sus recorridos por el país nos hace recordar aquellas del máximo líder hoy ya difunto Chávez, y valga la comparación para recordarle a los chavistas los resultados de 1998, y que deja demostrado el talante democrático del pueblo venezolano a quien nunca le han gustado las dictaduras, ni los gobiernos opresivos, y eso nos lo recuerda nuestro primer canto Nacional, por tanto, hay mucho que reflexionar ante la opción de Edmundo Gonzales, pues para nadie es un secreto que es la opción inteligente para la transición pacífica, de la autocracia a la democracia plena, y esto es lo que el pueblo ha asumido cuando ha demostrado sin miedo que la opción democrática es el 28 de julio, y que serán decisivos los resultados para alcanzar el objetivo que no es más que la recuperación del sistema democrático y con él la fe en un país católico cristiano que no permitirá la introducción de culturas foráneas que atenten contra nuestras familias y nuestras creencias. El venezolano noble y solidario, pacífico y creyendo en un solo Dios supremo, está listo para ejercer su derecho a restaurar y recuperar su país. El próximo 28 de julio.


