Por José Gregorio Torres

Pocos gobernantes han entendido que el recibo de la casa en el caso de los pueblos o ciudades son sus plazas Bolívar, así como para los verdaderos Cristianos la Casa de Dios es el templo, así mismo debe asumirse la importancia que tiene este espacio donde convergen todas las autoridades, pues su creación obedece a la manera como los colonos españoles comenzaban a construir sus pueblos partiendo de lo que en otros tiempos se llamarán veredas y luego plazas. En torno a ellas se construyeron las residencias de los principales personeros y autoridades: la casa del alcalde o ayuntamiento, la casa de gobierno civil y la casa de gobierno militar. Igual ocupaba principal y privilegiado lugar la Iglesia o templo con su casa cural, y en lo sucesivo se trazaban las calles principales de acuerdo a su estatus social e importancia intelectual, así nacieron la plaza en las ciudades hoy llamadas Bolívar, en reconocimiento al gestor de la independencia de nuestra América del sur.

En Carache, no podía ser diferente siguiendo estos principios de organización urbana también contó con su casa de cabildo, hoy alcaldía con su división de poderes sus consejeros municipales, de igual manera el lugar de justicia civil prefectos y policías, su comandante de milicia o ejército regular. De acuerdo a cómo lo establecía la casa real española. Sus casas todas de tapial con sendos corredores dónde por las tardes se arreaban las vacas de ordeño, pues esto desde el principio fue costumbre en casa solar contar con un establo o caballeriza que estaba separada del solar principal de la casa, los zaguanes eran empedrados y enladrillados igual que las primeras calles de Carache. Esto en el caso de Carache siendo zona rural, también le ganó el rango de ciudad. Por su pujante progreso comercial, agrícola e intelectual.

Hoy Carache, goza de un extraordinario prestigio en todos los órdenes, pues cuenta con un templo único en su género y diseño arquitectónico, en algunos casos también aún conserva viviendas de la colonia con sus envejecidas tejas, lo cual armoniza con las nuevas modificaciones modernas. Pero en particular es su plaza con sus jardines y ornamentación natural, la que embellece el centro de la población y la cual es además la plaza más hermosa que tienen el estado Trujillo, no solo por su buen trazo en sus veredas a lo que se suma el gusto que en la actual administración del burgomaestre Yohanti Domínguez, ha sido fundamental la mención y mejoras para este lugar de encuentros diarios. Donde por muchas generaciones disfrutamos los Caracheros de una buena retreta con su banda Filarmónica Gómez o Juan Landaeta hoy añorada y tristemente desaparecida. En una próxima entrega seguiremos hablando de los protagonistas de estos trabajos de ornamentación y embellecimiento de este importante espacio público.

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