Por: José Gregorio Torres.

Según la historia contemporánea, el templo de San Juan Bautista de Carache se inició ha medido de los años cuarenta y aunque no se precisa una fecha exacta, está se aproxima a la de los posteriores y más fuertes movimientos sísmicos que se registraron a medidos del siglo pasado, y que tuvieron su epicentro en  el Tocuyo, ya que por ser Carache considerado uno de los pueblos influidos por una de las fallas geológicas más importantes que atraviesa el Estado, también contribuyo de manera importante en la decisión de las autoridades, de construir un nuevo templo, ya que los sucesivos movimientos telúricos ya habían afectado considerablemente las bases  y estructura de la antigua y principal casa de oración que hasta ese momento conservaba gran parte de lo que fue su primer templo, estilo Colonial y el cual se consideraba tan antiguo como las primeras casas de tapial y tejas del centro de Carache, algunas aun de pie en las avenidas  y calles de la antigua  población.

Sería por los años cuarenta y cinco cuando aproximadamente, el Padre Juan de Dios Andrade, sacerdote progresista  Valerano a quien le correspondía, emprender esta majestuosa obra al que le dedicó todo su empeño con la colaboración decidida de la comunidad de Carache, asi como la disposición de todas las autoridades locales, en un entusiasmo sin precedentes el pueblo entero se avocó a esta gran obra en la que se involucran sin distingo de ningún tipo tanto, maestros de obras albañiles y hasta el más corriente de los ciudadanos, todos desde las escuelas públicas y privadas maestros alumnos vecinos agricultores, todos fueron convocados a este proyecto el cual tuvo como inspiración, la gran fe a su patrono secular San Juan Bautista.

Así se logró mediante un diseño propio con características neoclásicas, realizar la majestuosa obra que bajo la dirección espiritual del Padre Juan de Dios Andrade, y con el criterio y capacidad del Maestro de Obra merideño Ramon Quintero, secundado por el talentoso, maestro y artesano local Ramón Ponce Briceño, lograron lo que hoy es la construcción más importante para los habitantes de Carache, a estos dos grandes maestros se sumaron también el conocido artista italiano Carachero por adopción, Plinio Paolini quien junto a otros constructores y colaboradores, les correspondió levantar este monumento a la fe y a la veneración, en el nombre de San Juan Bautista. Es de destacar que los diseños fueron exclusividad del artista, orfebre tallista y escultor Ramón Ponce Briceño, quien usando la técnica barroca del fresco, realiza y decora todo el frontis del majestuoso templo, lo cual hizo con gran maestría como herencia de su talento hoy orgullo de los Caracheros

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